Por Franklin López
Técnico de Lengua Española, Distrito 07—07
El presente articulo
pretendo dar a conocer a mis lectores del blog todo lo concerniente a un
estudio lingüístico producido en el seno de una familia con el fin de obtener
información sobre su léxico y analizar las palabras más utilizadas en la conversación
y buscar su procedencia. Como todos sabemos el español hablado en nuestro país es
la variedad del idioma castellano siendo dentro de sí una variedad del español
caribeño. Es un dialecto que se divide dentro del mismo en otros sub-dialectos
dependiendo de la región y la clase social. Al ser una lengua rica en
influencias extranjeras el español de la República Dominicana tiene influencias
de varias culturas y países.
En esta ocasión quiero hacer un análisis léxico semántico
sobre el español Dominicano, esta investigación tal como lo expresé
anteriormente surge en el seno de una familia humilde perteneciente a una zona
rural del municipio de Villa Tapia, Provincia Hermanas Mirabal, especialmente
la comunidad de Santa Ana, en donde llegaron parientes de la capital, amigos y
vecinos de la familia Abreu Concepción. En esta reunión familiar, pude notar
que al haber una diversidad de personas que aunque perteneciente a la misma
familia tenían rasgos distintivos al momento de comunicarse es decir cada quien
tenía su propio idiolecto. Los parientes de la capital contaban con un registro
de palabras diferente que los que permanecían aún en el campo y también noté
que las personas mayores contaban con un registro diferente que los
adolescentes aun viviendo en la misma comunidad.
Características generales encontradas en
la conversación familiar:
En cuanto a los familiares procedentes de la capital,
encontré un fenómeno lingüístico llamado lambdacismo, que en lingüística, es un
fenómeno fonológico que consiste en la articulación de una consonante distinta
generalmente la [R] implosiva o final como [L]. Los capitaleños en esa
conversación por decir “cuartel” decían “cualtel”, “caminar” por “caminal”, “cartel”
por “caltel”. Por otro lado los adolescentes procedentes de la capital aunque
con el mismo fenómeno que sus padres en cambiar la letra R por L, también
utilizaban palabras nuevas o neologismos a la cual yo bauticé con el nombre de
dominicanismo característico del lenguaje juvenil. Decían palabras tales como:
Pariguayo (Un tonto),
Pin-pun (Igual), Pana (Amigo), Papaupa (Persona importante), Dale mente
(preocuparse por algo), Pendenciero (alguien que está pendiente del otro), No
cojo colte (no me importa), Sin coro (sin relajo) etc. Además pude notar que suprimían
consonantes ejemplo es que por decir donde
tu estas decían donde tu’ta y no
mencionaban las letras S y D al final de palabras ejemplo compás (compa),
comunidad (comunida).
Por otra parte los familiares pertenecientes al Cibao,
como rasgo característico perteneciente a la región norte del país cambian las
palabras la letra “L” o incluso la “R” por “i” al final de silaba ejemplo por
decir mar decían (mai), por caminar (caminai), por general (generai). Además
también abreviaban palabras, como por ejemplo
padre del español estándar por (pai), madre del español estándar por (mai)
entre otras más. Además con un gran predominio de arcaísmos entre los cuales
mencionaré algunos tales como:
Aguaita ete (cuando alguien
dice algo que no está deacuerdo), asillese (mandar a sentar a alguien) por otra
parte la letra H al inicio de palabra deja de ser muda y tiene un sonido
parecido al de la letra J ejemplo por hambre (jambre), por haya (jaya), por
humo (jumo) etc. Algo que cabe señalar es que los jóvenes perteneciente a los
familiares del Cibao aunque mantienen sus rasgos regionales al igual que sus
padres como es el caso de cambiar “L” y “R” por “i” mantienen los mismos
neologismos propios de la juventud que sus parientes de la capital lo que me
hace concluir que el lenguaje juvenil sin importar la región que se encuentren
nuestros jóvenes o adolescentes utilizan las mismas palabras que para ellos
están en la moda esto es debido a que escuchan las mismas canciones es decir
que comparten intereses comunes pero sin dejar sus raíces sociolectales en cada
caso.
Finalmente, el español hablado en nuestro país tiene como
características específicas el seseo (no hay diferencia de pronunciación entre
la s, z, y c, antes de e e i), el yeísmo (la ll pronunciada como y) y la
ausencia del voseo. Así, el español de República Dominicana está atravesado
tanto por arcaísmos como por neologismos, africanismos y extranjerismos, los
que lo convierten en un idioma antiguo y moderno a la vez.
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