Franklin
R. López Hernández.
En los artículos anteriores me he dedicado a temas sobre Lingüística y asuntos educativos descuidando algunos temas importantes por lo que ha pasado el hombre en otras áreas como es el caso de la física, la química, la biología la historia, es decir, la ciencia en su totalidad. No puedo seguir escribiendo sin citar las palabras de Karl Gustav Jung, cuando expresa "Ciencia es el arte de crear ilusiones convenientes, que el necio acepta o disputa, pero de cuyo ingenio goza el estudioso, sin cegarse ante el hecho de que tales ilusiones son otros tantos velos para ocultar las profundas tinieblas de lo insondable" . Estas ilusiones convenientes fue lo que descubrieron Michelson y Morley sobre el éter en su experimento.
Estos dos grandes investigadores
hicieron un experimento en el cual fue considerado como el más grande de la
historia de la física, el experimento consistía en detectar el movimiento de la
tierra a través del éter. El éter era
una hipotética sustancia extremadamente ligera que se creía que ocupaba todos
los espacios vacíos como un fluido. Buscaban explicar cómo se podía transmitir
la luz a través del espacio vacío entre el sol y la tierra.
En el siglo XIX, la teoría física
postulaba que, al igual que las olas y el sonido que son ondas que necesitan un
medio para transportarse como es en el caso del agua o el aire, la luz también
necesitaría un medio, llamado éter, esto se debe a que la velocidad de la luz
es tan rápida seria complicado realizar un experimento para detectar la
presencia del éter. Como todos sabemos la tierra cada año recorre una distancia
enorme en su órbita alrededor del Sol, a una velocidad de 30 km/s. Para esa
fecha se creía que la dirección del viento del éter con respecto a la posición
del Sol variaría al medirse desde la Tierra, y así podría ser detectado. En
1887 Michelson y Morley decidieron hacer un experimento que demostrara la
existencia del éter. La idea original consistía en medir el tiempo que tardaría
la luz en recorrer una cierta distancia. El éter era el medio a través del cual
las ondas luminosas se propagaban para iluminar y alimentar la tierra.
El efecto del viento del éter sobre
las ondas de luz, seria parecido al de la corriente de un rio cuando un nadador
nade a favor o en contra de dicha corriente, si nada a favor de la corriente
sería impulsado mientras que si nada en contra el nadador sería frenado por la
corriente del rio. Esto es lo que se creía que pasaría con la luz al llegar a
la Tierra con diferentes posiciones con respecto al éter: debería llegar con
diferentes velocidades. Para detectar el éter se necesitaría de un aparato
dotado de un grado de precisión sin precedentes es por eso que en Berlín Albert
Michelson inventó un instrumento dotado de un grado de precisión increíble que
recibió el nombre de interferómetro, el cual se compone de una lente semiplateada o semiespejo, que
divide la luz monocromática en dos haces de luz que viajan en un determinado
ángulo el uno respecto al otro. El interferómetro de Michelson se puede
considerar como una carrera entre dos rayos de luz si la carrera termina en
empate el resultado sería una mancha blanca en el centro de la configuración de
la interferencia.
Irónicamente, tras toda esta preparación, el
experimento fue fallido, aunque exitoso. En vez de mostrar las propiedades del
éter, no se produjo ninguna alteración de velocidad de la luz y, por tanto,
ninguno de los efectos que el viento del éter tenía que producir. El aparato se
comportó como si no hubiese tal éter. Este asombroso resultado no podía ser explicado
por la teoría de las ondas vigente en la época. Se intentaron muchas
explicaciones, como que la Tierra arrastraba de alguna forma al propio éter,
pero todas ellas resultaron ser incorrectas. Lo importante de esta historia es
que Michelson creyó durante todo el tiempo que vivió que su experimento fue un
fracaso aunque siempre pensó que el éter existía. Años más tarde Albert
Einstein, creó la teoría de la relatividad y quedó demostrado la existencia del
éter ya que la luz se propaga a igual velocidad sin importar que dirección
lleve.
El experimento fallido de Michelson
y Morley, nos obliga hacer dos cosas, la primera restablecer el principio de
relatividad y la otra empezar a creer en la velocidad de la luz ya que es la
misma para todos los observadores independientemente de su estado de
movimiento, de estos dos postulados se deduce los asombrosos resultados de la
teoría de la relatividad. En realidad Michelson no llegó a creerse en su vida
los resultados de su propio experimento y Einstein no solo basó su teoría en
los experimentos de Michelson y Morley sino que dijo cuando escribió su
artículo en 1905 que no había oído hablar de tal experimento.
Colorario
Finalmente,
aunque Michelson y Morley quisieron demostrar a la humanidad sobre la
existencia del éter los resultados de su experimento arrojaron que no existía tal
éter aunque dicho experimento fue considerado como el experimento más
importante de toda la historia de la física no fue hasta que Albert Einstein se vio obligado a inventar la teoría de la relatividad para poder explicar ese
resultado.
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