Franklin R. López Hernández.
|
Recientemente he acabado de leer un libro del distinguido Lingüista y
especialista en discurso el Dr. Bartolo García Molina, titulado “El discurso científico teoría y aplicación”. Quiero referirme a un aspecto en especial que encontré en el libro que es el caso
de las Pseudociencias también conocidas como paraciencias la cual se refiere a
una afirmación, creencia o práctica que, a pesar de presentarse como
científica, no se basa en un método científico válido, le falta plausibilidad o
el apoyo de evidencias científicas ya que no pueden ser verificadas de forma
fiable.
Shermer, Michael (2008) al referirse a las
pseudociencias como una ciencia basura y afirma que preconiza una nueva visión
del ser humano ya que afecta el estudio de la mente, el cerebro, el intelecto y
las emociones, es decir, que son como las ciencias pero de mentira en otras
palabras puedo inferir lo siguiente que parecen que tienen fundamentos
científicos pero no siguen el criterio de demarcación científica con el cual
sabemos que si algo se puede falsar es ciencia si no se puede falsar entonces
se convierte en una creencia y por esta razón recae en las pseudociencias, que
algo se pueda falsar significa que pueda ser refutado como fue en el caso de Nicolás
Copérnico cuando falsó la teoría Geocentrista aristotélica en donde se creía
que el sol y los demás planetas giranban en torno a la tierra y propuso la
teoría Heliocentrista, totalmente opuesta a la teoría geocentrista, en donde
según Copérnico la tierra y los demás planetas giran en torno al sol. Para
Copérnico llegar a estas conclusiones utilizó un método donde verificó sus
inquietudes, años más tarde esta teoría Copernicana fue comprobada gracias a
Galileo que inventó el primer telescopio y verificó y comprobó lo que Copérnico
decía.
Quiero
enfatizar sobre las pseudociencias más
utilizadas en nuestro país empecemos por el Tarot, que no es más que leer el
futuro con las cartas esta psedociencia tiene en nuestro país muchos adeptos y
seguidores ya que se basa en el dibujo que salen en las cartas cuando las ponen
sobre las mesa para de esta forma adivinarte el futuro, el pasado y el presente
entre otras cosas más. Estos estafadores se aprovechan de la ignorancia de
algunas personas para enriquecerse a costa de sus creencias.
Otras de
mis pseudociencias favoritas es la Curandería mejor conocida en nuestro país
como la brujería, es aquella en donde una persona finge tener poderes mágicos
tal como lo tenía Merlín el mago del Rey Arturo para sacarle el dinero a los
fieles creyentes y agravar más la enfermedad de la cual fueron a curarse que
casi siempre es el factor económico. Estos brujos no solo te pueden curar el Cáncer
o el Sida si no también un mal de ojos que le haya echado un vecino, una
exnovia o tal vez el mismo demonio.
La Astrología
que no es lo mismo que la adorable y respetable Astronomía que si es una
ciencia que se puede falsar tal como lo comenté más arriba cuando me refería a Copérnico
y Galileo con el Geocentrismo y el Heliocentrismo. Pues bien la Astrología es
la creencia en una relación causada por la posición relativa de determinados
planetas, satélites y estrellas para saber sobre la personalidad y expectativas
de las personas, es decir, que si naces en un momento en que los planetas están
alineados vas a tener un carácter concreto. Esto lo creen todas las personas
que leen el horóscopo en el periódico, revistas y algunos canales televisivos
como es el caso de Walter Mercado cuando trabajaba en Primer impacto un medio
televisivo de mucho auge a nivel mundial.
Por ultimo
quiero comentar sobre la Numerología que está tomando mucho auge en nuestros
días debido a que algunos oportunistas como es el caso de Cristian Casa Blanca,
se aprovechan de la ignorancia de algunas personas ancianos en su mayoría
dándoles unos números para que los jueguen en la lotería nacional y así ganarse
un dinerito. Lo que estas personas no saben es que este tipo de individuo casi
siempre están en convenio con las bancas de apuestas y cada vez que esas
personas dan los números las bancas de apuestas no lo venden pero la lotería
nacional tira esos números y los seguidores crecen días tras días sin darse
cuenta que son conejillos de indias de un monopolio entre la lotería nacional,
los dueños de bancas de apuestas y el oportunista.
Finalmente
las psudociaencias no son creíbles porque no se puede falsar. Las
pseudociencias pueden ser cultivadas por
una gran variedad de personas los creyentes sinceros, que hacen a veces un
esfuerzo comparable al de los científicos en su formación académica, para
aprender todos los términos de su pseudociencia. Son gente equivocada, pero no
son fraudulentos claro algunos. No tienen intención de engañar. También están
los numerosos farsantes, que no creen en su propio trabajo, y usan la
pseudociencia para obtener buenos dividendos a costa de los ingenuos creyentes
que les pagan para saber su futuro, curarse de mal de amores o quitarse un mal de
ojo, y por qué no, reenviarlo a quien los maldijo. Reconociendo íntimamente la
superioridad de la ciencia, estas personas suelen fortalecer su dicción con terminología científica por ejemplo energía,
radiación, magnetismo, campos, vórtices, etc. y aún entremezclar sus tonterías
con verdadera información científica.
Referencias
Shermer, Michael (2008). Por Que creemos en Cosas raras. Alba Editorial. Argentina
.